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A finales del siglo XV, con el nacimiento del monasterio de Montserrat en Barcelona, se marca el comienzo de la larga y exitosa historia del mercado editorial en la capital catalana. Es aquí, de hecho, donde en 1499 se instaló la primera imprenta de la ciudad, que publicó en 1500 su primer título:” Exercitatorio de la vida spiritual”.
Sin embargo, no fue hasta los siglos XIX y XX cuando el sector editorial empezó su ascenso y desarrollo, que llevó a la ciudad de Barcelona a representar, a día de hoy, más del 50% de la producción y la facturación de la industria editorial en España, con más de trescientas editoriales.
En torno a este sector, no solo floreció el mercado del libro, sino, en sentido más amplio, diversas industrias complementarias, como la producción de carteles, tarjetas, cuadernos, y todas esas artes que tienen en común tres factores: la creatividad, la impresión y el papel.
Así fue como durante los primeros treinta años del siglo XX, la Esquerre de l’Eixample se convirtió en el centro de un verdadero distrito editorial, aglomerando empresas de producción, impresión y distribución. Es aquí, de hecho, que se instalaron la mayor parte de editoriales, imprentas y librerías, marcando el comienzo de un desarrollo que no muestra señales de detenerse.
Durante los años ‘60 del pasado siglo, gracias a la expansión económica, las editoriales que más habían logrado hacerse espacio pudieron evolucionar hasta absorber empresas más pequeñas, convirtiéndose en verdaderos colosos económicos. Es aquí que empieza el ascenso del Grupo Planeta.
El ferviente y apasionado entorno barcelonés, en primera línea en la promoción de la cultura del libro, atrajo un número creciente de escritores que buscaban publicar sus obras con editoriales reconocidas a nivel nacional. Hasta principios del siglo XXI, conseguir que una editorial aceptara un manuscrito para su publicación no era una tarea sencilla. Normalmente, cada propuesta pasaba por un proceso de selección y valoración muy estricto, que podía extenderse durante varios meses, con altas probabilidades de ser rechazada por parte de la editorial. Hay que pensar que las editoriales siempre tuvieron una cierta autoridad en el mundo cultural, y tenían la responsabilidad de escoger qué leería la gente.
Esto fue así hasta que alguien decidió cambiar el rumbo de la historia e inventar nuevos modelos editoriales que permitieran que una cantidad mucho mayor de escritores pudiera ver publicado su libro. ¿Cómo? A cambio de una suma de dinero que cubriera los gastos de edición en su totalidad o en parte. Se trata de los modelos de coedición y de autopublicación. De esta forma, los escritores podrían tener su obra publicada profesionalmente y, en algunos casos, verla llegar hasta las estanterías de las librerías. El efecto colateral de esta práctica es, claramente, que las editoriales no tienen ninguna seguridad de éxito ni de retorno asegurado de ventas. Por ello, buscan publicar la mayor cantidad de autores posibles para tener una cantidad de títulos que justifique las pocas ventas de cada uno de ellos.
Es así que se compone hoy en día el floreciente mercado editorial barcelonés, y que se ha extendido sin falta a toda España.
Las editoriales tradicionales trabajan con un plan de ventas que les asegura no imprimir más copias de las necesarias. Aún así, muchas veces los títulos quedan descatalogados y lamentablemente se tienen que tirar a la basura.
En el caso de editoriales de autopublicación o coedición, normalmente el autor se compromete a imprimir cierta cantidad de copias de su obra. Que se vendan más o menos, no es algo que se pueda prever. Es importante diferenciar las editoriales de coedición y autopublicación que, aún teniendo un filtro más amplio, siguen realizando una selección de los títulos a publicar de las que, simplemente, publican todo lo que les llega. Como consecuencia, en España se imprimen muchos más libros de los que realmente se leen. El desperdicio de papel que conlleva esta práctica es espantoso.
Según datos del Ministerio de Cultura y Deporte, en 2021 se publicaron en España 64.645 libros en papel, de ellos, el 97,5% eran nuevas ediciones. El mercado editorial español está pasando por una saturación de títulos, con tiradas cada vez más bajas, por lo que se estima que uno de cada tres libros que llegan a las librerías se acaba devolviendo a las editoriales.
En los últimos años, se ha levantado como tema de discusión el impacto medioambiental del sector editorial, debido a los nuevos modelos editoriales y al desequilibrio entre la cantidad de títulos publicados y el número de copias vendidas. Queda claro que todos los agentes de la cadena del libro deberían reformular sus procesos para minimizar el impacto ambiental. Un ejemplo de ello es que cada vez resulta más común que el papel utilizado en la fabricación de los libros esté certificado con el sello FSC como procedente de bosques gestionados de manera sostenible. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer, especialmente cuando se trata de editoriales que buscan obtener la mayor ganancia posible reduciendo al máximo los gastos. Prácticamente ninguna editorial a día de hoy apuesta por el uso del papel reciclado para sus publicaciones, por muy sorprendente que parezca, y la motivación es muy simple: es más caro que el papel virgen.
Pero quizás el cambio más necesario y más difícil de realizar es el que sucede en el ámbito cultural: reformular el sistema de lanzamiento masivo de títulos sobre el cual funciona el engranaje de la industria del libro en la actualidad.
Peón Negro Editores es una de las primeras editoriales a nivel nacional que apuesta por el uso del sello FSC Reciclado, certificando que cada una de sus publicaciones está fabricada a partir de papel 100% reciclado y producido de forma responsable.
Además, renuncia a trabajar con empresas de distribución, para reducir al máximo el número de envíos innecesarios y dar apoyo a las librerías locales, generando una red de librerías donde vender sus títulos
Descubre más sobre el proyecto aquí.
Sigue leyendo: La sostenibilidad en la industria editorial
A finales del siglo XV, con el nacimiento del monasterio de Montserrat en Barcelona, se marca el comienzo de la larga y exitosa historia del mercado editorial en la capital catalana. Es aquí, de hecho, donde en 1499 se instaló la primera imprenta de la ciudad, que publicó en 1500 su primer título:” Exercitatorio de la vida spiritual”.
Sin embargo, no fue hasta los siglos XIX y XX cuando el sector editorial empezó su ascenso y desarrollo, que llevó a la ciudad de Barcelona a representar, a día de hoy, más del 50% de la producción y la facturación de la industria editorial en España, con más de trescientas editoriales.
En torno a este sector, no solo floreció el mercado del libro, sino, en sentido más amplio, diversas industrias complementarias, como la producción de carteles, tarjetas, cuadernos, y todas esas artes que tienen en común tres factores: la creatividad, la impresión y el papel.
Así fue como durante los primeros treinta años del siglo XX, la Esquerre de l’Eixample se convirtió en el centro de un verdadero distrito editorial, aglomerando empresas de producción, impresión y distribución. Es aquí, de hecho, que se instalaron la mayor parte de editoriales, imprentas y librerías, marcando el comienzo de un desarrollo que no muestra señales de detenerse.
Durante los años ‘60 del pasado siglo, gracias a la expansión económica, las editoriales que más habían logrado hacerse espacio pudieron evolucionar hasta absorber empresas más pequeñas, convirtiéndose en verdaderos colosos económicos. Es aquí que empieza el ascenso del Grupo Planeta.
El ferviente y apasionado entorno barcelonés, en primera línea en la promoción de la cultura del libro, atrajo un número creciente de escritores que buscaban publicar sus obras con editoriales reconocidas a nivel nacional. Hasta principios del siglo XXI, conseguir que una editorial aceptara un manuscrito para su publicación no era una tarea sencilla. Normalmente, cada propuesta pasaba por un proceso de selección y valoración muy estricto, que podía extenderse durante varios meses, con altas probabilidades de ser rechazada por parte de la editorial. Hay que pensar que las editoriales siempre tuvieron una cierta autoridad en el mundo cultural, y tenían la responsabilidad de escoger qué leería la gente.
Esto fue así hasta que alguien decidió cambiar el rumbo de la historia e inventar nuevos modelos editoriales que permitieran que una cantidad mucho mayor de escritores pudiera ver publicado su libro. ¿Cómo? A cambio de una suma de dinero que cubriera los gastos de edición en su totalidad o en parte. Se trata de los modelos de coedición y de autopublicación. De esta forma, los escritores podrían tener su obra publicada profesionalmente y, en algunos casos, verla llegar hasta las estanterías de las librerías. El efecto colateral de esta práctica es, claramente, que las editoriales no tienen ninguna seguridad de éxito ni de retorno asegurado de ventas. Por ello, buscan publicar la mayor cantidad de autores posibles para tener una cantidad de títulos que justifique las pocas ventas de cada uno de ellos.
Es así que se compone hoy en día el floreciente mercado editorial barcelonés, y que se ha extendido sin falta a toda España.
Las editoriales tradicionales trabajan con un plan de ventas que les asegura no imprimir más copias de las necesarias. Aún así, muchas veces los títulos quedan descatalogados y lamentablemente se tienen que tirar a la basura.
En el caso de editoriales de autopublicación o coedición, normalmente el autor se compromete a imprimir cierta cantidad de copias de su obra. Que se vendan más o menos, no es algo que se pueda prever. Es importante diferenciar las editoriales de coedición y autopublicación que, aún teniendo un filtro más amplio, siguen realizando una selección de los títulos a publicar de las que, simplemente, publican todo lo que les llega. Como consecuencia, en España se imprimen muchos más libros de los que realmente se leen. El desperdicio de papel que conlleva esta práctica es espantoso.
Según datos del Ministerio de Cultura y Deporte, en 2021 se publicaron en España 64.645 libros en papel, de ellos, el 97,5% eran nuevas ediciones. El mercado editorial español está pasando por una saturación de títulos, con tiradas cada vez más bajas, por lo que se estima que uno de cada tres libros que llegan a las librerías se acaba devolviendo a las editoriales.
En los últimos años, se ha levantado como tema de discusión el impacto medioambiental del sector editorial, debido a los nuevos modelos editoriales y al desequilibrio entre la cantidad de títulos publicados y el número de copias vendidas. Queda claro que todos los agentes de la cadena del libro deberían reformular sus procesos para minimizar el impacto ambiental. Un ejemplo de ello es que cada vez resulta más común que el papel utilizado en la fabricación de los libros esté certificado con el sello FSC como procedente de bosques gestionados de manera sostenible. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer, especialmente cuando se trata de editoriales que buscan obtener la mayor ganancia posible reduciendo al máximo los gastos. Prácticamente ninguna editorial a día de hoy apuesta por el uso del papel reciclado para sus publicaciones, por muy sorprendente que parezca, y la motivación es muy simple: es más caro que el papel virgen.
Pero quizás el cambio más necesario y más difícil de realizar es el que sucede en el ámbito cultural: reformular el sistema de lanzamiento masivo de títulos sobre el cual funciona el engranaje de la industria del libro en la actualidad.
Peón Negro Editores es una de las primeras editoriales a nivel nacional que apuesta por el uso del sello FSC Reciclado, certificando que cada una de sus publicaciones está fabricada a partir de papel 100% reciclado y producido de forma responsable.
Además, renuncia a trabajar con empresas de distribución, para reducir al máximo el número de envíos innecesarios y dar apoyo a las librerías locales, generando una red de librerías donde vender sus títulos.
Descubre más sobre el proyecto aquí.
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info@peonnegroeditores.com
En la actualidad, la sostenibilidad se ha convertido en un tema clave que impulsa – o debería impulsar- cambios significativos en el mundo empresarial. La creciente conciencia sobre el agotamiento de recursos naturales, el cambio climático y la responsabilidad social ha llevado a las empresas a replantearse sus prácticas y adoptar un enfoque más sostenible en todas sus operaciones.
Las empresas, incluidas las editoriales, estamos siendo testigos de este cambio y estamos convencidos que debemos asumir un papel proactivo y de liderazgo en temas ambientales y sociales, porque la adopción de prácticas sostenibles no solo beneficia al planeta, sino que también se traduce en ventajas competitivas y oportunidades de crecimiento para todos nosotros.
El mundo de la edición, como parte de la industria cultural y creativa, tiene un papel relevante en la promoción de la sostenibilidad. Las editoriales tenemos la capacidad única de influir en la sociedad a través de la información y el entretenimiento que proporcionamos si nos enfocamos en catalizar un cambio positivo, significativo y real en una nueva forma de hacer literatura.
Pero, ¿cómo podemos contribuir?
La sostenibilidad no debe ser nuestra finalidad, sino una vía usual de desarrollo mediante la que podamos seguir aportando infinidad de ideas plasmadas en papel. Esta trayectoria de esperanza nos muestra que es posible forjar un futuro mejor y más equilibrado para todos.
Cada vez más empresas, incluidos nosotros, en Peón Negro, abrazamos la sostenibilidad como una oportunidad para transformar la manera en que trabajamos y respetamos la literatura. Este compromiso con prácticas más respetuosas con el medio ambiente, la sociedad y la cultura no solo es una respuesta responsable, sino una muestra de sensibilidad hacia las necesidades de nuestro planeta y comunidades: cada paso hacia la sostenibilidad es una semilla plantada para el mañana que deseamos.
En este viaje hacia un futuro sostenible, todos tenemos un rol crucial. Como ciudadanos conscientes y comprometidos, podemos hacer elecciones informadas y apoyar a las empresas que lideran con el ejemplo, guiando a otras en esta senda de transformación. Juntos, elevamos la voz de la sostenibilidad y, con cada decisión acertada, construimos un mañana que brille con la esperanza de un mundo mejor.
En la actualidad, la sostenibilidad se ha convertido en un tema clave que impulsa – o debería impulsar- cambios significativos en el mundo empresarial. La creciente conciencia sobre el agotamiento de recursos naturales, el cambio climático y la responsabilidad social ha llevado a las empresas a replantearse sus prácticas y adoptar un enfoque más sostenible en todas sus operaciones.
Las empresas, incluidas las editoriales, estamos siendo testigos de este cambio y estamos convencidos que debemos asumir un papel proactivo y de liderazgo en temas ambientales y sociales, porque la adopción de prácticas sostenibles no solo beneficia al planeta, sino que también se traduce en ventajas competitivas y oportunidades de crecimiento para todos nosotros.
El mundo de la edición, como parte de la industria cultural y creativa, tiene un papel relevante en la promoción de la sostenibilidad. Las editoriales tenemos la capacidad única de influir en la sociedad a través de la información y el entretenimiento que proporcionamos si nos enfocamos en catalizar un cambio positivo, significativo y real en una nueva forma de hacer literatura.
Pero, ¿cómo podemos contribuir?
La sostenibilidad no debe ser nuestra finalidad, sino una vía usual de desarrollo mediante la que podamos seguir aportando infinidad de ideas plasmadas en papel. Esta trayectoria de esperanza nos muestra que es posible forjar un futuro mejor y más equilibrado para todos.
Cada vez más empresas, incluidos nosotros, en Peón Negro, abrazamos la sostenibilidad como una oportunidad para transformar la manera en que trabajamos y respetamos la literatura. Este compromiso con prácticas más respetuosas con el medio ambiente, la sociedad y la cultura no solo es una respuesta responsable, sino una muestra de sensibilidad hacia las necesidades de nuestro planeta y comunidades: cada paso hacia la sostenibilidad es una semilla plantada para el mañana que deseamos.
En este viaje hacia un futuro sostenible, todos tenemos un rol crucial. Como ciudadanos conscientes y comprometidos, podemos hacer elecciones informadas y apoyar a las empresas que lideran con el ejemplo, guiando a otras en esta senda de transformación. Juntos, elevamos la voz de la sostenibilidad y, con cada decisión acertada, construimos un mañana que brille con la esperanza de un mundo mejor.
Pasaron veinte años desde que la archiconocida J.R. Rowling exigió que Harry Potter —el quinto libro más vendido de la historia— se imprimiera en papel reciclado y desde entonces la industria está modificando, aunque lentamente, su manera de producir literatura impresa.
Entre cenas y eventos sociales, la Navidad es una temporada mágica para muchos y estresante para otros. Como en cualquier otro negocio, también para el sector editorial la temporada navideña es una oportunidad de aumentar las ventas de libros, a menudo dejando de lado las buenas prácticas ecológicas.
Con la entrada del invierno ya no llega el frío, ya sabéis que este 2023 está siendo el más caluroso desde que hay datos; sin embargo, los últimos meses del año se nos anticipan cada vez más. Siempre pensamos en Navidad y en el siguiente año cuando deja de hacer calor, cuando las hojas de los árboles empiezan a cambiar de color y a caer. El Black Friday dejó de ser un día para convertirse en una semana, incluso en un mes… Y esto nos lleva a la compra compulsiva, el incesante gasto en regalos y detalles para familiares, amigos y seres queridos. Incluso por compromiso.
En la actualidad, en la era digital, donde las pantallas y las redes sociales dominan el panorama y dejan relegado a un segundo plano todo aquello que tenga que ver con lo analógico, surge un fenómeno que no solo desafía la idea de que los jóvenes ya no leen, sino que revoluciona por completo el panorama. Este movimiento, normalmente utilizado bajo el hashtag #BookTok, ha revitalizado el interés por la lectura entre los adolescentes y jóvenes, rompiendo con la percepción de que la generación actual ha abandonado los libros.
En un contexto en el cual crece la idea de generar acciones para vivir en un mundo más sano y sostenible, y donde se tiende hacia modos más respetuosos de producir, cada vez más autores se preguntan si es posible publicar en papel reciclado sus obras. La respuesta es: claramente sí, pero… ¿cómo hacerlo?
Barcelona, la ciudad de los libros. Así define Sergio Vila-Sanjuan la capital catalana en su libro. No hay duda de que la historia de la ciudad lleva siglos girando en torno al mercado editorial. Sin embargo, ¿podemos seguir afirmando que la producción de libros sigue coincidiendo con el fervor cultural? ¿O se ha vuelto otra manifestación del consumismo?
La industria editorial se enfrenta a un dilema en la era digital: ¿el libro en formato físico desaparecerá por completo? Esta pregunta ha generado debates apasionados entre los amantes de la lectura y los defensores de la sostenibilidad, porque si para disfrutar de la literatura en papel es inevitable el impacto medioambiental, ¿cuál es la solución?
El mundo editorial es uno de los sectores que ya está tomando medidas concretas hacia la sostenibilidad, contribuyendo a la protección del medio ambiente a través de diversas iniciativas y cambios en su forma de operar: la reducción del uso de papel, la impresión ecológica, el libro digital y el fomento de temas sostenibles son solo algunas muestras de cómo, poco a poco, se contribuye hacia el bienestar de nuestro planeta y un anuncio de que podemos ser un agente de cambio positivo hacia un futuro más verde y sostenible.
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